¿No tenéis la impresión
de que España es un cortijo? (Cortijo, coloquialmente interpretado como
cotarro, o sea ámbito donde algunos se lo montan a su gusto, pasando por encima
de lo que sea o de quien sea).
EDP -40 % (131 millones)
Endesa - 8 % (2.034 millones).
Muchas voces se aplican en decirnos que no, que esto del cortijo no es cierto, que son figuraciones y que España es uno de los mejores países del mundo donde vivir. Y que hemos de sentirnos orgullosos y todo eso…¿?
Esta reflexión me venía
ayer cuando en un fútil intento trataba de averiguar como funcionaban las
facturas de la luz y del gas. Hay muchas cosas que me quedaron sin explicación,
seguramente porqué se necesita el título de Doctor Ingeniero en alguna carrera
relacionada para comprender este tipo de documentos. Pero una de las cosas que
me quedó clara es que el coste de la materia prima, o sea el de los kilowatios
para la energía eléctrica o de los m3 para el gas, no es nada comparado con el
coste definitivo, una vez incrementado con impuestos, términos fijos, etc. Por
cierto, me he dado cuenta de que se aplica un Impuesto sobre
electricidad del 5,11 %, cuyo resultado
se suma en la cantidad total, aplicando después sobre la misma el 21 % de IVA,
o sea, ¿pagamos impuestos sobre los impuestos?
Parece que los aumentos
aplicados a la energía eléctrica desde principios de año hasta la fecha pueden
ser alrededor del 8% para viviendas de referencia, con una potencia contratada
de 5,5 Kw. y un consumo medio anual entre 2.100 y 2.500 Kw.
En 2012 las cuatro
grandes Compañías eléctricas españolas tuvieron resultados positivos todas
ellas, habiendo ganado en conjunto 6.446 millones de Euros, un 3,2 % menos que
en el año anterior. Pero no de la misma manera:
Iberdrola, +1,3 % (2.840
millones)
Gas Natural +8,8% (1.441
millones) EDP -40 % (131 millones)
Endesa - 8 % (2.034 millones).
Los directivos de estas
empresas se han quejado de los recortes en sus retribuciones como consecuencia
de las medidas aplicadas por el Gobierno para reducir el déficit de tarifa.
Pero en esta sociedad hay
muchos ciudadanos que tienen un problema más acuciante que los de estos
directivos y es que el encarecimiento de la energía puede situarlos ante la
tremenda disyuntiva de no poder pagar las facturas. La OCU ha promocionado una iniciativa de carácter social, ya experimentada en otros países y que a esta fecha ha reunido ya a
477.000 usuarios. Su objetivo es participar en la subasta periódica de energía,
que tiene lugar hoy, para conseguir la posibilidad de influir en el precio final de la energía eléctrica.
Sin embargo ya han salido
representantes de las empresas distribuidoras, diciendo que al contrario de
otros países, donde iniciativas similares si han conseguido resultados positivos,
aquí será imposible obtener precios más baratos. Una clara advertencia.
Tal despliegue me ha
recordado otras innumerables muestras de
cerrazón que se viven en situaciones similares, como por ejemplo las de los
desahucios, en cuya problemática el Gobierno se ha situado claramente al lado
de las entidades financieras. Hasta desde Europa han tenido que llamar al
orden, como en el caso de los desahucios de Salt, caso de hoy, en el que ha
tenido que intervenir el Tribunal de Derechos humanos de Estrasburgo.
Este Gobierno protege
sobradamente los intereses de los dueños del cortijo, o sea esencialmente el
sector financiero, pero escasamente los de los ciudadanos del país más
desprotegidos y sometidos a las consecuencias de la crisis y los de la clase
media, que aún pueden consumir, pero al paso que vamos paulatinamente irá
dejando de hacerlo. Y cuando se descuelga, por aquello de que no le queda otro
remedio, es tan avaro, es tan poco
generoso, que uno se reafirma aún más en aquello de la protección de los
intereses de unos cuantos poderosos.
Otra muestra es la del IVA
sobre espectáculos. En otros países que lo intentaron y se dieron cuenta del
error, inmediatamente lo retiraron, como en Holanda. Aquí claro, mejor
“sostenello que no enmendallo” aunque se hunda el sector. Y encima le echan la
culpa a la calidad de los espectáculos ofertados, como hizo el ínclito Montoro.
Creo que el Gobierno haría bien en recordar que la recaudación de impuestos sobre un consumo inexistente, tampoco existe.
Creo que el Gobierno haría bien en recordar que la recaudación de impuestos sobre un consumo inexistente, tampoco existe.
Muchas voces se aplican en decirnos que no, que esto del cortijo no es cierto, que son figuraciones y que España es uno de los mejores países del mundo donde vivir. Y que hemos de sentirnos orgullosos y todo eso…¿?
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