He leído y oído mucha
información sobre el debate de mañana entre Rajoy y Rubalcaba. Y en toda esta
información destaca el coste de este debate y toda la paraferrnalia añadida, que si mesa, que si sillas, que si canapes, que para qué hacerlo en un plató especial montado al efecto en el Palacio Municpal de Congresos en Madrid...
En este país existe un criterio muy extendido, el del gasto compulsivo, sobre todo con dinero que no es propio. Es decir, poner cara compungida mientras se afirma “esto hay que hacerlo, es inevitable”. Este es uno de esos gastos, como tantos otros, que te llevan a pensar ¿hay alguien que se beneficia de ello?, me refiero en el sentido crematístico.
Yo no pienso ver el debate,
ya he visto suficientemente a los protagonistas en las sesiones del
Congreso y no creo que vaya a ser algo distinto al lanzamiento mutuo de puyas.
Para utilizar un lenguaje muy de moda en los “reality”, no creo que me aporte
nada.
Y menos si tenemos en cuenta que se tratará de un debate polarizado entre dos partidos, como si no hubiese otros con algo que decir.
Volviendo a la necesidad o no de hacer este gasto, esto me lleva a pensar en un comentario de Francisco Longo, Director del Instituto de Dirección y Gestión Publica de Esade, sobre la eficacia de la administración pública de nuestro país:
"La despreocupación por los resultados es uno de los males endémicos de nuestro sistema público, que mide poco y mal lo que hace y apenas usa indicadores de output y del impacto para asignar recursos, controlar la gestión, rendir cuentas y exigir responsabilidades. Introducir una batería consistente de incentivos a la eficiencia, incluyendo más transparencia y control social, es vital en los tiempos que corren, obligados como estamos a hacer más cosas con menos recursos.”
Suena con mucho sentido común ¿no? ¿Cómo es que este sentido común no parece inspirar a políticos y funcionarios?
En este país existe un criterio muy extendido, el del gasto compulsivo, sobre todo con dinero que no es propio. Es decir, poner cara compungida mientras se afirma “esto hay que hacerlo, es inevitable”. Este es uno de esos gastos, como tantos otros, que te llevan a pensar ¿hay alguien que se beneficia de ello?, me refiero en el sentido crematístico.
Y menos si tenemos en cuenta que se tratará de un debate polarizado entre dos partidos, como si no hubiese otros con algo que decir.
Volviendo a la necesidad o no de hacer este gasto, esto me lleva a pensar en un comentario de Francisco Longo, Director del Instituto de Dirección y Gestión Publica de Esade, sobre la eficacia de la administración pública de nuestro país:
"La despreocupación por los resultados es uno de los males endémicos de nuestro sistema público, que mide poco y mal lo que hace y apenas usa indicadores de output y del impacto para asignar recursos, controlar la gestión, rendir cuentas y exigir responsabilidades. Introducir una batería consistente de incentivos a la eficiencia, incluyendo más transparencia y control social, es vital en los tiempos que corren, obligados como estamos a hacer más cosas con menos recursos.”
Suena con mucho sentido común ¿no? ¿Cómo es que este sentido común no parece inspirar a políticos y funcionarios?
2 comentaris:
Tu comentario me hace pensar...Como buen gestor que fuiste, conoces muy bien por que sumidero se van los recursos que hacen falta en otro lugar.Vivimos en una nacion que necesita de espectaculo, cueste lo que cueste sin pensar que esos recursos podrian emplearse en lago mas que oir como dos personas sacan los trapos sucios a relucir ( Esta vez en politica y sin la intervencion de "La esteban" maestra en estas lides).Yo tampoco vere el debate, quizá me ponga una pelicula de los Hermanos Marx, al menos me quedara el consuleo de que este esperpento de Groucho y sus hermanos es ficticio y al menos entretiene
A la vista de un debate ya pasado y comentado hasta la saciedad por nuestros medios reconozco tu buen ojo y puntería. Me senté escéptico a escucharlo y me levanté malhumorado a los quince minutos.
No quiero hablar de los recursos y los gastos para no hacer trabajar a mi maltrecha bilis.
¿ Qué tal estáis ?. Nosotros bien dentro de la moderación.
Un fuerte abrazo. Jerónimo
Publica un comentari a l'entrada