No suelo leer las esquelas. Bueno, de vez en cuando.
A uno ya le va cogiendo el temor de leer algún día la esquela de alguna persona conocida, de un amigo con quien hace tiempo que no tienes relación o de algún antiguo vecino. La vida es así.
Porqué la propia seguramente no la puedes leer, aunque se hayan dado casos de que si, por causa de un error o de alguna broma macabra.
El contenido de las esquelas suele ser bastante anodino, tristemente interesante para los deudos del fallecido o fallecida, pero de escaso relieve para quienes no estén relacionados. Salvo que se trate de un personaje conocido, en cuyo caso las esquelas se multiplican en tamaño y número.
Aún así, hay algunas inserciones que llaman la atención, como la que hace algunos días leí en el periódico.
Una pobre mujer de 56 años había fallecido y se le dedicaba una esquela, en la cual destacaba, no su condición como ser humano (o humana, para ser políticamente correcto y no ofender a la escritora Laura Freixas), o por sus propios títulos, sino por haber sido la “esposa del señor……., gerente de la empresa….tal, del grupo cual”
Y yo me pregunto, ¿es que ni en una esquela se puede dejar de hacer publicidad?
Otra cosa curiosa que he visto es la invitación que un Tanatorio hace para asistir al "Concierto de primavera", a celebrar en el Oratorio del Tanatorio que cursaba la invitación. Espero que la invitación no estuviese dirigida a los principales clientes del negocio funerario.
2 comentaris:
Este de las esquelas es un mundo muy particular y un gran negocio para los periodicos ¡600 euros! una esquela muy modestita en La Voz de Galicia. Precisamente en Galicia persiste y de que manera el culto a la muerte, y eso que se están quedando atrás los velatorios en la propia casa del difunto, ciertos ritos sociales de velatorio y comilonas, gracias a la proliferación de los tanatorios.
¡Grandes fortunas han hecho algunos muy vivos con esto de los muertos!. Morirse es caro y la esquela un item no barato.
Esto llevó a decir a nuestro maestro el gran Castelao "Hay muertos de primera, hay muertos de segunda y muertos de tercera.. y hay muertos que no tienen donde caerse muertos". Si, ya se, la muerte nos iguala a todos. Pero después.
Hace ya muchos años, mi padre que si era lector de esquelas tenia una frase entre cómica y real, cuando veia una esquela siempre añadia...Ves hijo, no hay que contar los años que uno vive...¡mira lo que pone en las esquelas!..."murió cuando contaba ...tantos años" y añadía ¡por contarlos!
Un saludo
Fernando Viso
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