La vida despierta de la que hablas puede llevarte, en su continua búsqueda, a algún infierno. Y eso no tiene porque ser una muerte temprana. Bajar al infierno de vez en cuando puede ayudar a levantar el vuelo y cambiar las perpectivas personales. ¿Y si tras los horizontes que crees atisbar y buscas con anhelo no encuentras nada que llene tus espectativas? Jorge Manrique lo expresa bien en una de sus coplas. Ya sabes que no me gusta escribir nada en la red, pero, por una vez, aquí me tienes. Sólo por polemizar. Un fuerte abrazo. Ricardo
Querido Jerónimo, no pasa nada...estamos bien. Que de vez en cuando a uno le sale la vena filosófica en el caluroso verano y "plas". Puede que en ello influyera haber leido ultimamente un poco a Paulo Cohelo, que no es que sea un paradigma, pero...Un abrazo. Querido Ricardo, mis palabras no encierran nada negativo ni tampoco se refieren a la busqueda de sensaciones emotivas fuertes. No me refiero a la muerte física, sino al aburrimiento, al conformismo. Mira, tu que eres contumaz lector de "La Vanguardia", recuerda los artículos y cartas publicados recientemente sobre la escasa voluntad y actividad de los pre y jubilados. (Que no es tu caso, ni el del amigo Jerónimo que nos lee más arriba) Cuando me refiero a nuevos horizontes, me refiero esencialmente a no dejarse vencer por la inercia de la rutina, a tener curiosidad por todo, a saborear con intensidad cualquier cosa que la vida nos pueda ofrecer por pequeña que sea. Quizas para esto la expresión "nuevos horizontes" parezca demasiado fuerte, pero la utilizo para destacarla en contraposición a la actitud pasiva, al ostracismo. Ya polemizaremos en persona.
3 comentaris:
¿ Qué te ocurre, amigo ?. Me he quedado un poco pillado con tu brevísimo post. Espero que tu y los tuyos estéis todos bien.
Un fuerte abrazo.
La vida despierta de la que hablas puede llevarte, en su continua búsqueda, a algún infierno. Y eso no tiene porque ser una muerte temprana. Bajar al infierno de vez en cuando puede ayudar a levantar el vuelo y cambiar las perpectivas personales.
¿Y si tras los horizontes que crees atisbar y buscas con anhelo no encuentras nada que llene tus espectativas?
Jorge Manrique lo expresa bien en una de sus coplas.
Ya sabes que no me gusta escribir nada en la red, pero, por una vez, aquí me tienes. Sólo por polemizar. Un fuerte abrazo. Ricardo
Querido Jerónimo, no pasa nada...estamos bien. Que de vez en cuando a uno le sale la vena filosófica en el caluroso verano y "plas". Puede que en ello influyera haber leido ultimamente un poco a Paulo Cohelo, que no es que sea un paradigma, pero...Un abrazo.
Querido Ricardo, mis palabras no encierran nada negativo ni tampoco se refieren a la busqueda de sensaciones emotivas fuertes. No me refiero a la muerte física, sino al aburrimiento, al conformismo. Mira, tu que eres contumaz lector de "La Vanguardia", recuerda los artículos y cartas publicados recientemente sobre la escasa voluntad y actividad de los pre y jubilados. (Que no es tu caso, ni el del amigo Jerónimo que nos lee más arriba) Cuando me refiero a nuevos horizontes, me refiero esencialmente a no dejarse vencer por la inercia de la rutina, a tener curiosidad por todo, a saborear con intensidad cualquier cosa que la vida nos pueda ofrecer por pequeña que sea.
Quizas para esto la expresión "nuevos horizontes" parezca demasiado fuerte, pero la utilizo para destacarla en contraposición a la actitud pasiva, al ostracismo. Ya polemizaremos en persona.
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