Me miró con suspicacia como si fuese un intruso que fuera a invadir su espacio en un momento de introversión, cuando iba a dedicarse a sus pensamientos filosóficos.
Su expresión denotaba también perplejidad. Por un momento me puse en su lugar y me pregunté como reaccionaría yo si alguien desconocido se sentase de repente delante de mi mesa de despacho y me formulase preguntas como las que yo le estaba exponiendo.
El silencio se prolongó durante unos incómodos instantes, mientras el profesor Diego me examinaba. - ¿Porqué ha venido hasta aquí para preguntarme sobre Alinsky? Seguramente en Europa podría encontrar Vd. mucha información, al fin y al cabo yo solo conocí a Alinsky muy brevemente cuando estudiaba en Chicago y de eso hace muchos años. Alinsky murió en 1972
- Me interesa tener una visión de cómo era el hombre, más allá de las descripciones que de él hacen las bibliografías, me interesa conocer como se movía en los años duros de su activismo y no resulta fácil encontrar personas que coincidiesen tan directamente con él en aquella época.
- Hay personas vivas que le podrían ayudar mejor que yo y que también conocieron a Alinsky, e incluso fueron discípulos suyos, por ejemplo Edward Chambers en Chicago, o Michael Gecan o Andrew H Wachs en Nueva York. Hay otras personas que si bien no coincidieron históricamente con él conocen bien sus ideas y son activistas de su doctrina, como por ejemplo Patrick Crowley en Rhode Island.
- Tengo información sobre ellos e incluso de Wachs he leído algunos de sus libros, que están preferentemente orientados hacia la protección de menores, incluidos sus trhillers, pero no es esta la información que busco. Se que aunque Vd. estuvo presente circunstancialmente en una etapa de la vida de Alinsky, su carácter y personalidad, su postura en la defensa de los derechos de los ciudadanos le hicieron sintonizar con las ideas radicales de ese líder, que repentinamente parecen haber resurgido con fuerza.
‘- Alinsky – repuso - era un soñador, aunque dejó una impronta destacada en todas aquellas personas sensibilizadas hacia los derechos civiles. Tuvo y tiene muchos discípulos en el campo de los sindicatos, de los abogados sociales, de las organizaciones, pero era un soñador. La realidad se encarga de demostrar día a día que sus ideas eran utópicas. Yo creo que la utilización de la figura de Alinsky actualmente por determinados políticos inmersos en procesos electorales, no es más que otra falacia. Otro mensaje destinado a captar los votos de los descontentos con Bush y presuntamente sugestionables por la “venta” de argumentos que vayan a encajar con sus insatisfacciones. Los norteamericanos son muy propensos a tejer redes solidarias en torno a personas o colectivos afectados por problemas públicos y este era un terreno abonado para las teorías de Alinsky.
- ¿Era Alinsky comunista?
-No. Pese a que su doctrina de acción radical podría encajar en muchos postulados de los sistemas de lucha marxistas o incluso maoístas, Alinsky nunca fue comunista. Alinsky fue apoyado por bastantes instancias del clero norteamericano en un amplio sentido, católicos, protestantes, baptistas, etc. Años después de su fallecimiento aún muchos clérigos, como por ejemplo el reverendo Jhon E. Gibbons, utilizaban su figura como ejemplo de activismo social. También presumía de sus amistades liberales.
- Pero yo pienso que a principio de los cincuenta es posible que tuviese contacto con comunistas europeos. Por ejemplo, por esas fechas Jean Paul Sartre y Simon de Beauvoir estuvieron en Chicago y Alinsky por aquella época ya había escrito su famoso “Reveille for radicals” y había trabajado en el análisis de las penosas condiciones sociales en el barrio conocido como “back of the yards” de aquella ciudad. ¿Cree Vd. que se produjo este contacto?
No lo se. A mi me atraía en aquella época el halo de Alinsky pero no era en absoluto su sombra. Cierto es que participé en muchas reuniones e incluso llegué a recibir formación como organizador social y sobre todo me interesaba su orientación hacia la organización y movilización de la población como vía para conseguir objetivos sociales dentro de un ámbito democrático.
Alinsky no creía en que simplemente exigiendo al poder gobernante el reconocimiento de derechos bastaba para que este actuase, puesto que consideraba que los lideres políticos solo se movían cuando a cambio podían obtener el soporte que les permitía mantenerse en el poder, cosa que como es fácil observar ha continuado y se ha acrecentado en los sistemas políticos de todo el mundo.
Alinsky partía de la base de que para conseguir condicionar al poder en el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos, a todos los niveles, había que estar en el poder y para ello es necesario organizarse. Y las pautas de acción para llegar al poder comprendían demostraciones, ocupaciones de lugares públicos, huelgas, campañas de empadronamiento de votantes, manifestaciones, boicoteo, etc. En resumen, toda aquella acción que pudiera poner en un brete a los gobernantes o a aquellos que intentan llegar o mantenerse en el poder
Yo creí sin reservas en su doctrina e incluso llegué a trazar planes para aplicarla en mi país, pero cuando regresé a Argentina no tarde en darme cuenta de que los gobernantes de la época no estaban dispuestos a aceptar la controversia y el conflicto que pudiese perjudicarles y la represión fue brutal, como es sobradamente conocido.
De todas maneras no creo que Sartre y Beauvoir tuviesen contacto con Alinsky. Ni siquiera creo que tuviesen amigos o conocidos comunes. Ellos pertenecían a una elite intelectual muy reconocida en Europa y Alinsky había tenido en el pasado contacto con gente no muy recomendable. Era conocida su relación con notorios gansters, como Big Ed Stash, lugarteniente de Capone, o con el propio Frank Nitti, relación que según decia. utilizaba para aprender como se movía el mundo del hampa, ya que en aquella época estaba estudiando criminología.
Su expresión denotaba también perplejidad. Por un momento me puse en su lugar y me pregunté como reaccionaría yo si alguien desconocido se sentase de repente delante de mi mesa de despacho y me formulase preguntas como las que yo le estaba exponiendo.
El silencio se prolongó durante unos incómodos instantes, mientras el profesor Diego me examinaba. - ¿Porqué ha venido hasta aquí para preguntarme sobre Alinsky? Seguramente en Europa podría encontrar Vd. mucha información, al fin y al cabo yo solo conocí a Alinsky muy brevemente cuando estudiaba en Chicago y de eso hace muchos años. Alinsky murió en 1972
- Me interesa tener una visión de cómo era el hombre, más allá de las descripciones que de él hacen las bibliografías, me interesa conocer como se movía en los años duros de su activismo y no resulta fácil encontrar personas que coincidiesen tan directamente con él en aquella época.
- Hay personas vivas que le podrían ayudar mejor que yo y que también conocieron a Alinsky, e incluso fueron discípulos suyos, por ejemplo Edward Chambers en Chicago, o Michael Gecan o Andrew H Wachs en Nueva York. Hay otras personas que si bien no coincidieron históricamente con él conocen bien sus ideas y son activistas de su doctrina, como por ejemplo Patrick Crowley en Rhode Island.
- Tengo información sobre ellos e incluso de Wachs he leído algunos de sus libros, que están preferentemente orientados hacia la protección de menores, incluidos sus trhillers, pero no es esta la información que busco. Se que aunque Vd. estuvo presente circunstancialmente en una etapa de la vida de Alinsky, su carácter y personalidad, su postura en la defensa de los derechos de los ciudadanos le hicieron sintonizar con las ideas radicales de ese líder, que repentinamente parecen haber resurgido con fuerza.
‘- Alinsky – repuso - era un soñador, aunque dejó una impronta destacada en todas aquellas personas sensibilizadas hacia los derechos civiles. Tuvo y tiene muchos discípulos en el campo de los sindicatos, de los abogados sociales, de las organizaciones, pero era un soñador. La realidad se encarga de demostrar día a día que sus ideas eran utópicas. Yo creo que la utilización de la figura de Alinsky actualmente por determinados políticos inmersos en procesos electorales, no es más que otra falacia. Otro mensaje destinado a captar los votos de los descontentos con Bush y presuntamente sugestionables por la “venta” de argumentos que vayan a encajar con sus insatisfacciones. Los norteamericanos son muy propensos a tejer redes solidarias en torno a personas o colectivos afectados por problemas públicos y este era un terreno abonado para las teorías de Alinsky.
- ¿Era Alinsky comunista?
-No. Pese a que su doctrina de acción radical podría encajar en muchos postulados de los sistemas de lucha marxistas o incluso maoístas, Alinsky nunca fue comunista. Alinsky fue apoyado por bastantes instancias del clero norteamericano en un amplio sentido, católicos, protestantes, baptistas, etc. Años después de su fallecimiento aún muchos clérigos, como por ejemplo el reverendo Jhon E. Gibbons, utilizaban su figura como ejemplo de activismo social. También presumía de sus amistades liberales.
- Pero yo pienso que a principio de los cincuenta es posible que tuviese contacto con comunistas europeos. Por ejemplo, por esas fechas Jean Paul Sartre y Simon de Beauvoir estuvieron en Chicago y Alinsky por aquella época ya había escrito su famoso “Reveille for radicals” y había trabajado en el análisis de las penosas condiciones sociales en el barrio conocido como “back of the yards” de aquella ciudad. ¿Cree Vd. que se produjo este contacto?
No lo se. A mi me atraía en aquella época el halo de Alinsky pero no era en absoluto su sombra. Cierto es que participé en muchas reuniones e incluso llegué a recibir formación como organizador social y sobre todo me interesaba su orientación hacia la organización y movilización de la población como vía para conseguir objetivos sociales dentro de un ámbito democrático.
Alinsky no creía en que simplemente exigiendo al poder gobernante el reconocimiento de derechos bastaba para que este actuase, puesto que consideraba que los lideres políticos solo se movían cuando a cambio podían obtener el soporte que les permitía mantenerse en el poder, cosa que como es fácil observar ha continuado y se ha acrecentado en los sistemas políticos de todo el mundo.
Alinsky partía de la base de que para conseguir condicionar al poder en el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos, a todos los niveles, había que estar en el poder y para ello es necesario organizarse. Y las pautas de acción para llegar al poder comprendían demostraciones, ocupaciones de lugares públicos, huelgas, campañas de empadronamiento de votantes, manifestaciones, boicoteo, etc. En resumen, toda aquella acción que pudiera poner en un brete a los gobernantes o a aquellos que intentan llegar o mantenerse en el poder
Yo creí sin reservas en su doctrina e incluso llegué a trazar planes para aplicarla en mi país, pero cuando regresé a Argentina no tarde en darme cuenta de que los gobernantes de la época no estaban dispuestos a aceptar la controversia y el conflicto que pudiese perjudicarles y la represión fue brutal, como es sobradamente conocido.
De todas maneras no creo que Sartre y Beauvoir tuviesen contacto con Alinsky. Ni siquiera creo que tuviesen amigos o conocidos comunes. Ellos pertenecían a una elite intelectual muy reconocida en Europa y Alinsky había tenido en el pasado contacto con gente no muy recomendable. Era conocida su relación con notorios gansters, como Big Ed Stash, lugarteniente de Capone, o con el propio Frank Nitti, relación que según decia. utilizaba para aprender como se movía el mundo del hampa, ya que en aquella época estaba estudiando criminología.
Los gangsters no eran precisamente la clase de gente con quien apreciaran relacionarse Sartre y Beauvoir, pero por otra parte es conocido que Beauvoir estuvo en Chicago porqué vivió una intensa historia amorosa con el escritor Nelson Algren. Sabe Vd. que Sartre y Beauvoir eran lo que ahora se llama una "pareja abierta", es decir que manteniendo una relación afectiva no excluyen el que cada cual pueda establecer relaciones amorosas con otras personas.
Iba a preguntarle al profesor si me podía dar alguna referencia de alguien que pudiese ampliarme la información sobre Alinsky y que le hubiese conocido directamente en sus años más duros de activismo radical, cuando noté que una mano se posaba en mi hombro. Me giré y vi a Salieri, que con voz cansada me decía:
- Yo no encargué la muerte de Mozart.
Iba a preguntarle al profesor si me podía dar alguna referencia de alguien que pudiese ampliarme la información sobre Alinsky y que le hubiese conocido directamente en sus años más duros de activismo radical, cuando noté que una mano se posaba en mi hombro. Me giré y vi a Salieri, que con voz cansada me decía:
- Yo no encargué la muerte de Mozart.
Foto: Beauvoir de espaldas en casa de su amigo Algren
1 comentari:
"Cada uno de nosotros puede elevar la voz contra la injusticia. Cada uno de nosotros tiene un papel a desempeñar",
(Obama, candidato, hace unos dias en la multicultural Harvest Cathedral de Macon, dixit).
Colaborador de la Industrial Areas Fundation, seguidor por tanto de las radicales propuestas de Saul Alinsky.
Los de "arriba" ¿van a consentirlo?.
Por desgracia, me temo que no.
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