Contrariamente a los temores, hemos regresado a casa en un plis plas. Los temidos atascos han brillado por su ausencia y ha sido un placentero discurrir de autopista sin ni siquiera encontrar gente arriesgada al volante. Por lo visto esta no ha sido la guía imperante en los desplazamientos de Semana Santa, habida cuenta de los accidentes que se han registrado.
A mi me gustaría conocer más información sobre la tipología de los accidentes habidos, ya que ni la pérdida de puntos ni las sanciones ni el miedo que intentan imbuirnos los anuncios televisivos parecen condicionar a los conductores para que disminuyan su velocidad. ¿O es que la causa de los accidentes no es únicamente la velocidad?
Y bien, aquí estoy nuevamente ante mi pantalla, reflexionando en los días pasados. Han sido días tranquilos e incluso con buen tiempo, lo que no se vislumbraba al principio de la semana pasada.
Han sido días también de reflexión sobre algo que a partir del martes pasado ha aparecido en mi horizonte y a lo cual habré de dar respuesta mañana. La respuesta ya está decidida y faltarán matices que aclarar, pero…lo dejamos aquí.
Por lo demás, ni en Semana Santa han descansado ni los políticos, que si las elecciones en el país Vasco, que si los del PP dando caña, que si los del PSOE pillados de buena fe, que si ETA pasando comunicados amenazadores… ni la prensa rosa.
Como me han pillado estos días en plan de relajo total, he visto algún retazo de estos programas malditos. Me ha llamado la atención el esfuerzo que hacen los periodistas que persiguen a los famosillos – siempre los mismos- para que les contesten a sus insípidas preguntas cuando les pillan en los aeropuertos o a la entrada de sus casas, o en la discoteca. La tónica general parece ser que no les hacen ni puto caso. Esforzados periodistas estos que luchan contra la incomprensión a fin de aportarnos a los espectadores la información imprescindible para poder seguir viviendo. Yo no se que haría sin ellos.
A mi me gustaría conocer más información sobre la tipología de los accidentes habidos, ya que ni la pérdida de puntos ni las sanciones ni el miedo que intentan imbuirnos los anuncios televisivos parecen condicionar a los conductores para que disminuyan su velocidad. ¿O es que la causa de los accidentes no es únicamente la velocidad?
Y bien, aquí estoy nuevamente ante mi pantalla, reflexionando en los días pasados. Han sido días tranquilos e incluso con buen tiempo, lo que no se vislumbraba al principio de la semana pasada.
Han sido días también de reflexión sobre algo que a partir del martes pasado ha aparecido en mi horizonte y a lo cual habré de dar respuesta mañana. La respuesta ya está decidida y faltarán matices que aclarar, pero…lo dejamos aquí.
Por lo demás, ni en Semana Santa han descansado ni los políticos, que si las elecciones en el país Vasco, que si los del PP dando caña, que si los del PSOE pillados de buena fe, que si ETA pasando comunicados amenazadores… ni la prensa rosa.
Como me han pillado estos días en plan de relajo total, he visto algún retazo de estos programas malditos. Me ha llamado la atención el esfuerzo que hacen los periodistas que persiguen a los famosillos – siempre los mismos- para que les contesten a sus insípidas preguntas cuando les pillan en los aeropuertos o a la entrada de sus casas, o en la discoteca. La tónica general parece ser que no les hacen ni puto caso. Esforzados periodistas estos que luchan contra la incomprensión a fin de aportarnos a los espectadores la información imprescindible para poder seguir viviendo. Yo no se que haría sin ellos.
3 comentaris:
Seguro que alguien sabe, de verdad, las causas de los siniestros, y sus remedios, pero ¿por que incordíar con estas cosas serias a toda una sociedad mas interesada por los polígrafos o "máquinas de la verdad de la Señorita Pepis" con que nos adormecen a diario?.
Si hasta alguien como tú, ha caído en esas redes mediáticas de la abandonada contemplación del famoseo y de la casquería nacional.
(Acto seguido se te absuelve por aquello de que en vacaciones hasta las mentes mas despejadas, experimentan raras alteraciones que llevan a sus portadores a realizar actos inexplicables, como usar calzones cortos y ver la tele a media tarde, por ej.)
Aunque terminas tu artículo con fina ironía, las 2 últimas frases son, para algunas personas, tan ciertas como terribles.
Son las personas que, de saber las verdaderas causas de tanta carnicería en operaciones salida,
no encenderían la tele, no, se meterían dentro para no salir nunca mas.
Por eso nadie nos cuenta la verdad.
Ni los polígrafos.
PD: Si me permites y aplicado a un párrafo tuyo, te dejo aqui una fórmula matemática:
REFLEXION:SOLUCION::DECISIÓN: RESOLUCION.
que a mi me enseñaron a leer así:
"reflexión es a solución como decisión es a resolución".
lo que sea, que sea para bien
saludos cordiales
Precaución, amigo conductor, la senda es peligrosa vs. señor conductor acelere, acelere.
Criminilizando al conductor, que en más de una ocasión lo merecemos, se ve que no se acaba de solucionar el asunto. Puede que las medidas disuasorias empiezen por buenas carreteras y autopistas (vease la N-II o la AP-7 con sus magnificos dos carriles por dirección y su maravilloso, denso e insoportable trafico de camiones de gran volumen).
No se, creo que en un futuro lo del carnet por puntos va a ser un problema antes que una solución. Imagino prisiones desbordadas por reticentes conductores sin carnet (éste arrebatado dada la acumulación de multas por aparcar en zona de carga y descarga). Cada uno de ellos a una media de 54.000 euros anuales de gasto por manutención y vigilancia, euros que por supuesto saldrán de nuestros ya perjudicados bolsillos por el pago de las sanciones de tráfico.
Respecto a lo de la prensa amarilla o rosa o tornasolada... pués esos periodistas deben ser tan persistentes porqué les pagarán bien por ello, supongo. Además si existen este tipo de programas es porque deben funcionar con audiencias bastante buenas, lo qual me hace pensar en la primera parte de tu reflexión; por un lado velan por mi seguridad multandome si no llevo el cinturón de seguridad y por otro permiten que mi mente se atrofie al tomar un cortado en un bar y tener que escuchar el tomate de turno. Deberian velar también por mi nivel neuronal (estoy seguro que mis neuronas caen en picado al tener que escuchar según que cosas).
De todas maneras "panem et circenses".
Albert
¡Ay amigo!
Con el ser humano hemos topado, amigo Sancho.
El probo vecino de escalera, esposo fiel, padre modelo, profesional respetado y amigo irreprochable, se transforma, como si de una acto de magia negra se tratara, al contacto con un volante, en fiera corrupia y asesino en serie. Eso no lo arregla
la DGT, ni la madre que le parió.
.....y de la prensa del hígado, nada que añadir.
AMM
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